En los últimos años de
la historia política argentina, un nuevo actor institucional apareció para
reclamar un protagonismo activo en muchos temas vinculas con derechos humanos
fundamentales. El Ministerio Público de la Defensa, no solamente en el ámbito nacional,
donde goza de la autonomía que le confiere el artículo 120 de la Constitución
Nacional, sino también en las Provincias, muchas de las cuales tienen un
sistema de organización político institucional que subordina a la Defensa
Pública a otras agencias del Estado, o éstas tienden sistemáticamente a limitar
su horizonte de proyección y actuación, generalmente en defensa de la opacidad
de ciertos poderes y de un determinado establishment, los defensores no pasan inadvertidos.
La Defensa Pública santafesina es uno de los lugares donde los
poderes institucionales, y también fácticos, han operado sin tapujos para
enervar, limitar o conspirar lisa y llanamente contra el máximo representante
de la Defensa Pública, utilizando todos los elementos de coacción que tuvieran
a la mano. El máximo referente de la Defensa Pública santafesina es Gabriel
Ganón, un reconocido académico, intelectual y militante de causas justas. Con él
quisimos hablar para tratar de entender lo que pasa en su Provincia, que de
alguna forma reproduce lo que ocurre en otras provincias argentinas.
P. Gabriel: las cosas no te fueron fáciles desde un principio en Santa Fé.
Cuáles fueron los motivos por los que se pusieron tantas trabas en a la
actuación de la Defensa Pública y en qué consistieron esas maniobras.
R. En
primer lugar, agradezco Eduardo tus inmerecidos elogios. En segundo lugar, la
verdad que como decis las cosas no fueron fáciles. Primero nos hicieron cargo
de una defensa publica sin personal, sin computadoras, sin presupuesto y sin
defensores porque los tiempos políticos del gobierno así lo dispusieron para
dar una imagen de cambio en la administración de justicia. Un cambio que solo
se produjo en las comunicaciones del gobierno porque en realidad se decía que
empezaba a funcionar la nueva defensa pero en realidad las condiciones no
estaban dadas. Así que en ese estado nos tuvieron 3 años. Durante esos
tres años las primeras acciones que hicimos derivaron en pedidos de destitución
de la Corte arguyendo que aun no estábamos en funciones.Esas acciones con las
limitaciones que teníamos fueron muy limitadas pero nos concentramos en
presentar algunos Habeas Corpus con denuncias muy serias de violaciones a los
derechos humanos. Esas acciones enervaron como te decía a los poderes
constituidos. En especial a la Corte. Después la cosa tampoco mejoro
sustancialmente porque como quisimos darle un rol a la defensa publica que
supere la mera defensa técnica sino comprometerla en una función mas amplia mas
comprometida con los derechos humanos hicieron que los hostigamientos de la
Corte, del Poder Ejecutivo y de cierto sector del Poder Legislativo se
incrementaran con constantes pedidos de destitución que no avanzaron no solo
porque los cargos eran infundados sino especialmente porque no contaron con los
números en la legislatura. Ninguno de estos episodios no sorprendió. Ni la
Corte ni el Poder Ejecutivo quieren una defensa autónoma, activa y comprometida
con cumplir su rol histórico de convalidación de las formas procesales. No se
si soy claro con la idea. Pero vos lo sabes tan bien como yo una Defensa
Publica comprometida con los intereses de los mas vulnerables crea fricciones
en el funcionamiento del aparato punitivo del Estado, obliga a que los fiscales
y jueces se deban esforzar mas en su trabajo. Si por ejemplo cuestionas la
validez de determinados allanamientos, de determinadas detenciones como las
detenciones masivas en el marco de razias, que no es mas que exigir el
cumplimiento de la Constitución y los tratados internacionales de derechos
humanos, pones como dijo el Senador que encabezo todos mis pedidos de
destitución, palos en la rueda, le atas las manos a la policía. Lo mismo pasa
como nos paso si pedís por mejoras en las condiciones de detención o la defensa
publica pretende involucrarse en los casos de ejecuciones sumarias de tortura,
etc. Me parece que la idea es, una vez hace muchos años cuando era defensor en
la Provincia de Buenos Aires, un tribunal pidió que se me abriera un sumario
porque mi defensa había excedido la defensa técnica con cuestionamientos a la
habitualidad de la tortura de la policia con la que se había conseguido algunos
elementos de prueba. Esas frases del tribunal no pudieron ser mas claras. No
queremos una defensa cuestionadora sino una defensa dócil, complaciente que
deje que la maquinaria punitiva del Estado avance y avance siempre aunque
quienes estén detenidos puedan ser inocentes
P. Por qué creés que
existe esta actitud refractaria de los poderes del Estado para tratar de
impedir sistemáticamente, incluso con medidas institucionales de máxima
gravedad tu desempeño como Defensor.
R. Creo
que esa actitud es una actitud de disciplinamiento. La existencia de una
defensa activa comprometida con los mas vulnerables del sistema no es funcional
sino todo lo contrario. Esa defensa crea exigencias que lamentablemente el
sistema no quiere tolerar, no quiere quedar expuesto
P. Con qué solidaridades
contaste para hacer frente a esos asedios, dada la desfavorable relación de
fuerzas que la Defensa Pública (siempre) tiene.
R. La
solidaridad ha sido muy importante especialmente de los organismos de derechos
humanos de todo el país, del Cels, de Abuelas de Plaza de Mayo, de HIJos, de la
Comisión Provincial por la Memoria, y muchísimos más que seguramente me estoy
olvidando ahora. También de muchos legisladores, periodistas, políticos,
sindicatos, etc. Pero también muy especialmente de las víctimas de la violencia
institucional
P. Cuál creés que puede
ser el futuro de la Defensa Oficial en el futuro. Los embates no vienen
solamente desde distintos agentes del estado, sino también de ciertos sectores
de la prensa y hasta de determinadas ONG´s a las que creíamos implicadas en un
cambio progresivo del servicio público de justicia.
R. Es
difícil predecir el futuro de la Defensa Oficial. Por momentos con todas estas
cosas que pasan en Santa Fe o en otras provincias argentinas es difícil ver un
futuro auspicioso sino todo lo contrario. Pero eso dependerá de la correlación
de fuerzas. Digo, si logramos hacer entender al publico en general, al
periodismo, la importancia que tiene la Defensa Publica para la consolidación
de la democracia, de los derechos humanos del estado de derecho, el futuro será
bueno no solo la defensa sino también una democracia mas real de mayor
intensidad. Pero bueno estamos atravesando un momento complejo en que muchos se
han dado cuenta que una Defensa como la que nosotros queremos y soñamos es un
verdadero problema en un clima de perdida de derechos cuando la Defensa tiene
la función de evitar que esos derechos no se pierdan porque están en la
Constitucion en los tratados de derechos humanos. Esa actividad de la Defensa
Publica no es deseada por nadie porque a nadie le gusta que le digan que debe
mejorar las condiciones de las carceles, que debe reconocer el derecho a la
vivienda, a la salud, etc
P. En cuánto influye, en este cuadro de situación, la gestión de baja intensidad del Ministerio de la
Acusación, que vos has marcado en diversas oportunidades.
R. Muchísimo.
El MPA esta conforme cumpliendo ese rol. El rol de oficina que recibe las
causas que les planta la policia. Es un rol cómodo, convalidador, de bajas
exigencias laborales. No requiere involucrase demasiado. Es mejor perseguir
lumpenes que dedicarse a la criminalidad compleja o realizar tareas de
investigación que superen lo que les planta la policía. En realidad es la misma
lógica de los juzgados de instrucción, como decíamos cuando ingrese a
tribunales hace casi 30 años. Trabajas llevándote por delante los expedientes
que están sobre la mesa. Lo demás no te importa porque no esta en tu escritorio
P. Lo mismo te pregunto
respecto de dos factores casi siempre influyentes: a) el conservadurismo
judicial; y b) la escasa implicación de la academia respecto dela
"revolución silenciosa" de los defensores oficiales, como la describiera
la Defensora General de la Nación.
R. Bueno
el conservadurismo es lógico. El poder judicial fue creado para garantizar un
orden, el orden dispuesto por el rey. Fue creado para mantener un estado de las
cosas. La revolución burguesa no cambio el cuadro de situación ni la función; solo dispuso un nuevo orden, el orden burgués y el Poder Judicial en principio
esta para conservar ese orden no otro por eso el Poder Judicial es
tradicionalmente conservador. No sólo en Argentina sino en todo el mundo. Fue
creado y pensado para cumplir esa función, no para proteger los derechos de las
mayorías sino de las minorías. Lamentablemente, la revolución silenciosa existe
pero tiene sus límites, límites presupuestarios, límites de autonomía y los
límites propios de cualquier ser humano. Ser un defensor díscolo acarrea costos
de todo tipo en lo personal, familiar, profesional. Los defensores díscolos son
marginados, disciplinados. Por eso es siempre mas fácil ser un defensor dócil. Podés almorzar o jugar al tenis o al golf con fiscales y jueces que pertenecen
a tu mismo grupo profesional. Podés ir a las cenas de los colegios de
magistrados si sos un defensor díscolo la situación se complica.
P. Por último: creés,
más en estos tiempos históricos, que hay algo de persecución ideológica
respecto delos defensores que quieren correr el límite de lo posible en materia
de DD y acceso a la justicia?
Por
supuesto que si. La persecución ideológica ocurre porque el defensor es quien
debe poner en tela de juicio el orden estatuido. Si lo hace, lo persiguen.